miércoles, 17 de junio de 2009

BURBUJAS

Si algo recuerdo de mi infancia y las tardes domingueras son las burbujas flotando en los parques, fue hermoso correr tras ellas. Mi intención era atraparlas y sostenerlas entre mis manos para descubrir el universo mágico atrapado allí, pero nunca pude y supe cómo hacerlo; no quedo más remedio en ese intento fallido por conservar lo efímero que destruirlas y sentir como las gotitas de agua jabonosa se estrellaban en mi rostro logrando con ello gestos ridículos seguido de sonrisas inolvidables. Acaso no debería ser así la vida, reírnos ridículamente para entender que hay algo más poderoso que el miedo.
Cuando quise descubrir de donde provenían las burbujas me di cuenta que vienen de dentro del ser y que en cada soplo al aro que contiene la membrana jabonosa queda atrapada una parte de mí que jamás volverá a ser; por eso he aquí mis burbujas una mezcla de ficción y realismo, todo puede ser verdad o una gran mentira.

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