Uno entiende cosas almorzando una hamburguesa grasosa a las seis de la tarde en un bulevar, viendo taxis y gente mucha gente, escuchando el murmullo de los CDs piratas, la aparición de los mariachis mal vestidos, niños diciéndome adiós sin siquiera conocerme; y yo tan solo pienso en las 3 ESPANTABLES MISERIAS que he aprendido hoy y en el desapego para alcanzar lo divino.
I. LA ENFERMEDAD en la hamburguesa que me como, en el borracho que me ve, en la sociedad en general; en el marketing estampado en el agua gaseosa que me bebo (eructo de rechazo).
II. LA VEJEZ de mis sueños y la del tipo que prepara hamburguesas, la del billete que doy ( un olor a moho, una sabiduría que se impregna demasiado lento).
III. LA MUERTE , a ella la miro caminar a diario, y ella también nos psicoanaliza, pone el dedo en la llaga y nos infecta (yo no le haga caso y me aguanto las ganas de vivir, es lo único que vale la pena).
Si la gente viera mas allá de su sombra dejaría de correr y sabría que éste es un hermoso día, se detendría a ver el infinito, entendería que hay algo más que la ansía del tener; y que el cielo no son solo las nubes sino un estado místico; pero a quien le importa quizá solo a los locos, voy a dejar de desnudarme el alma soy demasiado frágil, regresaré a casa a ponerme mi camisa de fuerza.