domingo, 2 de agosto de 2009

LA VIDA EN LÍNEA

Los diarios son cursis, jamás escribí uno porque sabía que alguien algún día lo encontraría y lo leería. Pude ver mi vergüenza entonces, sofocada y patética. Así que siempre calle hasta que me volví loco. La inhibición tiene un límite, es como una gran burbuja de jabón que debe reventar.


La vida no es más que una historia con escenarios que se nos prestan; la vida puede ser una mala o buena narración; versos retorcidos o dulces; una fotografía en la pared que enmohece lento; nuestra locomoción en VHS o en un CD y qué más da si la tecnología es solo un pretexto lo que importa es lo que uno fue. La vida es un BLOG-SINVERGÜENZA pero para efectos de la conciencia debo decir que tal vez todo lo que en el escribo es solo un ejercicio, un intento de preservar la memoria y los sueños ¿Quién sabe si todo esto es real? Me cuesta entender que todo el caos y el orden residan en este planeta; niños vendiendo su infancia envuelta en papelitos de caramelo, niños perdiendo su vida frente al monitor; estúpidas guerras y parques de diversion, los gritos son distintos pero parece no haber diferencia.


Habituarse a la vida es seguir soñando pero despertar a la mañana síguete hasta hacer que el día se vuelva real. A veces creo en las palabras y en la escritura como medios de esperanza y sanación, como exorcismos que me ayudan a vivir, a veces uno necesita expulsar malos fantasmas y evitar atascarse en el pasado, en esa reposadera sucia que son los malos recuerdos.


Esta bitácora va ser virtual y como tal un holograma de la realidad, algo así como un antidiario que se perderá en el ciberespacio, las palabras llegan a los labios adecuados y a veces se pueden entender. Que se abra el portal a la dimensión desconocida. Quiero perderme en la memoria.